miércoles, 5 de noviembre de 2014

¿Ecuador o "gringolandia"?



Nada mejor que una tarde de sábado para recorrer la bella ciudad de Cuenca, disfrutar de sus calles y hermoso centro histórico, teatros, conciertos, paseos por la orilla del río, exposiciones y muchas cosas más que ofrece la Santa Ana.

Camino rumbo a la Calle Larga (que no es tan larga) a tomar una cerveza artesanal en un lugar donde la hacen muy rica y me encanta ir. Miro por la ventana; extranjeros afuera, voy al baño; cuencanos y extranjeros en la entrada, salgo del bar y voy por la calle; más extranjeros.

Según datos del Censo de Población y Vivienda de 2010, del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, INEC, en Cuenca hay 9.077 extranjeros que constan como residentes permanentes en la ciudad, en su mayoría estadounidenses.
En 2013, Ecuador recibió 1’364.057 extranjeros, un 37,8% más de lo registrado en 2008 cuando ingresaron 989.766.


Los “oligarcas” de este país se quejan siempre por lo que hace el gobierno para conseguir ser  en lo posible: una patria soberana y digna para vivir. Y cuando me refiero a "patria digna", quiero decir en términos generales que su población debería tener al alcance las herramientas básicas que un ser humano necesita para desarrollarse.
Obviamente estas necesidades varían de cultura a cultura, pero en términos generales, para mí, estos son los elementos básicos y necesarios de una población que pone al frente un representante y lo elige Presidente: Vivienda, transporte, salud,  identidad,  libertad,  planes de prevención y conservación, seguridad  y Educación.  Todo esto de manera gratuita,  todos con las mismas oportunidades para ejercer un trabajo, donde el fin sea lograr la autorrealización del individuo, que en conjunto con otros creará un entorno mejor y más consciente.

Hay países Latinoamericanos que están en vía de esto (aparte de Cuba, que de una manera radical ya lo logró) y luchan cada día para que dejemos de ser marionetas de los grandes poderes manipuladores mundiales, que sólo buscan su bienestar y mantenernos controladitos a todos. Por otro lado, gobiernos que muchas veces nos brindan una “ayuda” para dejarnos mediocremente contentos, cuando su obligación es administrar el país, sus recursos y por su puesto tener como prioridad al ser humano, a la persona.

Después de los sucesos políticos históricos en nuestro país,  Ecuador en la actualidad goza  con algunos de los elementos anteriormente mencionados, que no solo están al alcance de los Ecuatorianos, sino de las personas que nos visitan de otros países y continentes. Gente que puede acceder a medicina y educación gratuita de buena calidad, pero no siempre es grata y respetuosa con el país que lo acoge.
Por ejemplo: algunos extranjeros, en especial estadounidenses que parece que han venido a "adueñarse" de nuestro país poco a poco de ciertas zonas (principalmente por lo barato que es para ellos acá).

Hace unos meses, salimos un fin de semana con ganas de acampar en Vilcabamba y ya me había dado mi mamá unas referencias no tan agradables para visitar ese lugar. Como siempre y de todos modos fui. Llegamos y… realmente fue como estar en "gringolandia": bares y restaurantes como si fuesen colonias extranjeras, separados de la gente del lugar. Extranjeros hacendados, con tirria de que la gente del lugar o extraña acceda a los caminos de sus tierras y cosas de ese tipo.
Fuimos a comprar algo en una tienda y se notó claramente, como la gente que vive ahí, no los soportan del todo, tienen un cierto rechazo (a la mayoría) cuando van por la calle o simplemente les toca  intercambiar palabras por alguna actividad comercial. No pensé que este lugar se encontraría así, fue realmente chocante.

No tengo nada en contra de los extranjeros ni estadounidenses, tengo un par de amigos en el país del norte, pero no son nada parecidos al tipo de personas que acabo de relatar. Seguramente deben sentir algo similar al tener tanta gente latina en su país y más cuando cometen delitos o se comportan de una manera altanera y soberbia.
Pero bueno, si bien en Ecuador hay la libertad de hacer muchas cosas, también tendrían que ser un poco más considerados. No sólo utilizar a la gente del lugar para emplearlos en trabajos como: choferes, guardias y empleadas domésticas en su mayoría, sino involucrarse con la comunidad, ser parte de... y si no lo quieren hacer (porque están en todo su derecho), pues simplemente respetar. O acaso ¿tendrán todavía el complejo de sentirse superiores?, ó lo peor ¿es este acaso la nueva forma de colonización?







Decidimos recorrer Vilcabamba e irnos a un pueblo cercano: Quinara, en donde al menos yo, pasé una de las mejores noches de mi vida en una carpa a la orilla del río, con el sonido de la lluvia y las luciérnagas adornando por todos lados el campo, con muchos árboles y amplio pasto, el clima muy cálido y rico. Nos amamos y dormimos.

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