¿De donde salió esa linda muñeca que viene hacia mí?,
quisiera hacerla mia y de nadie
más.
Y la muñeca fue su esclava, haciéndolo esclavo a él también.
Esclavo de cobardía y fantasía, sin valor para conquistar un
mundo impredecible, simple y complejo a la vez… el mundo real de un ser
humano llamado: MUJER.
Hoy amanecí con una
energía deliciosa que me acompaña y hace sentir lista para terminar de escribir
este texto, que lo empecé a vísperas del famoso: San Valentín.
Estos textos más que empolvados, estuvieron escondidos... eludidos,
muy seguramente por vergüenza o por simple descuido. Y digo
vergüenza, porque en Cuenca, como en muchas sociedades, todavía son
conservadoras de tabúes, de cosas que ni siquiera se han atrevido a analizar o
explorar, por el simple hecho de estar enfrascados en su “tradición”.
Yo creo fielmente que hay que ser conservadores de tradiciones ancestrales que
valgan la pena como: el arte, la música, trabajo artesanal, conexión con la
naturaleza, valores humanos, etc. Y no de cosas que sobre dimensionan la
ignorancia y simple repetición de un renglón, sino cosas que permita al ser
humano descubrir y desarrollar su hermosa capacidad de PENSAR y SENTIR.
Muchas veces al tocarnos, desear o sentir, nos sentimos pecadores y
culpables por herencia. Porque mediante el miedo y sin otro argumento, nos
enseñaron a sentirnos de esa manera. Así fue, en una sociedad conservadora como
la que yo crecí 19 años de mi vida, poco
a poco tuve que ir moldeándola de estas desastrosas ideas… hasta hacer lo que
hoy es: MI sociedad.
Conectarse íntimamente en placer con una misma o con alguien, es algo
galáctico y tan placentero como comer; pero más rico. Tan natural y digno
en el ser humano, que merecemos disfrutarlo y hacerlo por el resto de
nuestros días.
Partamos desde el simple hecho de que para disfrutar la vida, gozándola
o sufriéndola, debemos aceptarnos y amarnos como somos, con esas libritas
y fetiches demás, los lunares que no nos gustan, la particular nariz de la que
podemos sacar provecho, con esas ganas de tener un cuerpo escultural, sabiendo
que poco a poco lo lograremos si llevamos a la acción el cuidar mejor nuestro
cuerpo, etc.
Una vez superados estos complejos, el siguiente paso es la seguridad que
se necesita para andar con esa prosa por la calle y quererse todos los días en
casa. Sólo esto, nos llevará al resultado de corregir con amor, la ridícula
ignorancia de ciertos hombres y mujeres que se miden físicamente, que no saben
quiénes son y mucho menos lo que quieren.
Desafíliate del club malhumorado de las y los mal cogidos.
Se dice que en la cama se conoce realmente quien es quien, y comparto
totalmente. Hacer el amor o tocarse no es más que algo natural, divino
y necesario, ya que al conocernos, sabemos lo que necesitamos (que no es
específicamente “amor, comprensión y ternura”), lo que no necesitamos también y
lo que hace feliz a nuestro ser.
Bese con pasión, quiérase a si mismo, ame con locura y no olvide el
toque de dulzura.
Hermosa y finalmente, no hay nada mejor que un cuerpo y mente satisfechos,
después de un polvo de estrellas que te provoca el orgasmo.
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